En la posesión de la magistrada del Consejo Superior de la Judicatura, Claudia Regina Expósito, el presidente Gustavo Petro resaltó la forma como en su gobierno se vienen resignificando los espacios de la Casa de Nariño, con figuras y narrativas que habían sido excluidas de la historia oficial.
A ello se refirió luego de haber recibido, por medio de la embajadora de Chile, María Inés Ruz, una foto de Salvador Allende, símbolo de quien se mantuvo en pie en defensa de la democracia y la libertad de su pueblo, hasta su último aliento de vida, el 11 de septiembre de 1973, cuando fue víctima de un golpe de Estado.
Para el mandatario colombiano hay muchos espacios vacíos en el palacio presidencial que callan pasajes de la historia patria, mientras otros están ocupados por “cosas que no son de nosotros”.
Uno de los grandes vacíos que señaló el presidente Petro es la ausencia en la Sala de los Presidentes, donde están los retratos de todos los mandatarios del país, de los dos únicos presidentes ‘no blancos’ que ha tenido Colombia: el general José María Melo y Juan José Nieto, el primero indígena y el segundo, afrodescendiente.
“Me ha tocado colgar otra foto, la del general Melo, porque tampoco estaba aquí y era presidente de Colombia, el único presidente indígena de Colombia. Casi nadie sabe que tuvimos un presidente indígena, pero por ocho meses lo tuvimos y fue el último general del ejército libertador”, sostuvo el jefe del Estado.
Y agregó: “También había sucedido con el único presidente negro de Colombia, el presidente (Juan José) Nieto y me tocó traer una serie de símbolos que no están en este palacio, por ejemplo, los símbolos de la paz, de quienes hicieron la paz, y hasta nos tocó poner a Gabriel García Márquez, porque tampoco el premio Nobel estaba en este palacio, en esta casa”.
De acuerdo con el mandatario, toda la historia nacional no está en este palacio (que lleva el nombre de Nariño, en honor a Antonio Nariño, traductor de los Derechos del Hombre): “Hay una parte de la historia olvidada y un poco poner a Allende y un poco recordar a Nariño y un poco traer a José María Melo y un poco traer a García Márquez y un poco traer al presidente Nieto y quizás el sombrero de Pizarro con que firmó la paz en este mismo palacio antes de ser asesinado en el avión (…) ahora se abren de nuevo en la historia de Colombia”.
Por último, el presidente Petro invitó a una reflexión, frente a si solo ciertos sectores de la sociedad tienen derecho a estar en el palacio presidencial: “A pesar de que los electores que estuvieron conmigo, mayoría en Colombia, expresaron otro camino, expresaron el camino de que los ‘Melos’ sí se podían colgar en este palacio, de que el momento de las exclusiones tenía que pasar su página, que el país debería ser de todas sus mayorías de colores de piel diferente, sus pensamientos diferentes y respetables, y que era la posibilidad de hacer la paz en Colombia”.