COLUMNA DE OPINIÓN DEL GOBERNADOR DEL ATLÁNTICO EDUARDO VERANO
En la visita de la ministra del Ambiente y Desarrollo Sostenible, Susana Muhamad, recorrimos el parque natural Vía Isla de Salamanca para definir proyectos estratégicos en el marco de la RAP Caribe y su protección conjunta con las gobernaciones de Magdalena y Atlántico, Corpamag, Cormagdalena y la CRA.
Salamanca es un sitio Ramsar (Tratado internacional sobre la conservación y uso racional de los humedales), es decir, demanda un compromiso mundial para proteger sus ecosistemas y mantenerlos inalterables, exige una gobernanza multinivel que no se puede hacer a través de un decreto, sino mediante la coordinación y concreción de actividades y responsabilidades conjuntas.
La vía Ciénaga – Barranquilla cruza el parque en medio de un ejército exuberante de manglares que requieren de una perfecta combinación de agua dulce y salada para que sus raíces sirvan de incubadoras para la vida animal, de allí la necesidad de una serie de box culvert que permitan el diálogo continuo del mar y la Ciénaga Grande de Santa Marta de la que hace parte Salamanca.
En los kilómetros 19 y 23 de la vía se requieren más viaductos que sirvan como válvulas que regulen ese intercambio. Ese vaivén matemáticamente escogido por la naturaleza en su sabiduría, logra ese toma y dame sedimentológico, pero hoy existe una barrera que impide ese diálogo.
El problema con las piedras que se han puesto para proteger la carretera del ímpetu de las olas perjudica el futuro de la ciénaga y para protegerla debe hacerse a través de pasos elevados que ya están diseñados. Viaductos, sí; piedras, no.
Hay mucho por hacer. Invemar aporta estudios sedimentológicos para revertir la pérdida de la riqueza ambiental y construir la infraestructura básica para que los parques perduren.
Hoy tenemos ya una lección aprendida en Salamanca. Este año ha sido el peor en materia de incendios. Van 158 que han arrasado 39 hectáreas de manglares. En este último mes se perdió lo recuperado en 10 años.
El combustible natural de este proceso es la Enea, hierba natural que crece, se reproduce y se seca rápido lo que aumenta la capacidad de incendios en todo el parque, sumado a esto el manejo ilegal del carbón obtenido de la quema de los mangles.
El 42 % de los manglares del país están en Salamanca y en la Ciénaga Grande. Desde el punto de vista ecosistémico, es uno de los más importantes del país y su control y mantenimiento es uno de nuestros principales retos.
Esta ciénaga es como una especie de aeropuerto internacional de aves. Allí llegan en su migración anual que va desde Canadá hasta Chile en búsqueda de temperaturas ideales para su bienestar en distintas épocas del año.
En Salamanca es donde más especies han sido detectadas, por eso deben implementarse servicios ecoturísticos que garanticen la regulación hídrica, estabilización costera y todo lo relacionado con el mantenimiento de los ecosistemas.
Debe evitarse la pesca y la caza ilegal, la deforestación constante, el turismo irregular y ponerle freno a la ruta de narcotráfico y tráfico de fauna y flora.
Alzamos la voz para proteger estos grandes parques del tráfico de estupefacientes y de una serie de actividades agresivas con la fuerza de los carabineros y la organización de Parques Nacionales Naturales de Colombia.
¡Caminemos juntos por el sendero de la salvaguarda de la naturaleza que Dios nos da!